La querella que la Fiscalía de Barcelona ha interpuesto contra Leo Messi y su padre fue la gran noticia de este pasado miércoles. El argentino, mejor jugador del mundo en los últimos cuatro años,habría defraudado presuntamente cuatro millones de euros a la Agencia Tributaria entre los años 2006 y 2009. ¿Puede acabar Messi, uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol, en la cárcel?
Según el nuevo Código Penal (modificado este mismo año), en caso de que el juez impute por delito fiscal al astro argentino, éste tiene un plazo de dos meses para reconocer el delito y pagar la cuota defraudada (más las sanciones interpuestas) de acuerdo con la fiscalía. El objetivo de este movimiento sería reducir en hasta dos grados la pena prevista. Tras el pago de una suma que ronde los 10 millones de euros, la condena quedaría reducida a entre tres y seis meses de cárcel, por lo que no cumpliría ninguno.
El Gobierno modificó el Código Penal con el objetivo de endurecer las sanciones y las penas de cárcel. En él se deja constancia de que la pena máxima para una persona que cometa un fraude fiscal por encima de los 600.000 euros.
Una imagen dañada
Antes de conocer el resultado de la querella, lo que ya es un hecho es que la imagen del futbolista termina realmente tocada. El de Rosario siempre ha transmitido una sensación de humildad y tranquilidad que llegaba hasta la sociedad. De perfil más bajo que su gran rival, Cristiano Ronaldo, sus hazañas en los campos le valieron jugosos contratos publicitarios. Entre los años 2006 y 2009, Leo Messi recibía dinero de más de 18 multinacionales, entre ellas 'gigantes' como Pepsi, Danone, Telefónica o Adidas.
El jugador azulgrana se encuentra entre los diez deportistas más ricos del mundo según la revista Forbes. No en vano, tiene un salario de quince millones de euros y sus ingresos por publicidad (tiene el 100% de sus derechos de imagen) asciende hasta los 15'8 millones.
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